danzas argentinas

Arturo Schianca: El sombrerito

Esta danza es también del Norte, habiendo sido bautizada con este nombre por cuanto en el desarrollo de la misma, es necesario que la mujer lleve puesto un sombrero al igual que su compañero. a objeto de efectuar con ellos, curiosas e interesantes figuras. Además que por este motivo, el nombre se justifica por la frase que al final del último verso se pronuncia y dice: ‘sombrerito en su lugar»….

Arturo Schianca: Los aires

Es un baile propio de la provincia de Catamarca que tiene mucho parecido con la Chacarera y el Gato, acompañado también de relaciones, las que han sido duplicadas; es decir, cada bailarín dice cuatro, alternadas durante el desarrollo de la danza.

Su música tiene el mismo tiempo que los dos bailes antes mencionados. Consta de dos frases musicales, las que se repiten durante toda la danza, salvo en los momentos en que la pareja se está diciendo las relaciones.

Alberto Williams: El gato correntino

Por las tres danzas cantadas que hemos publicado en La Quena, puede verse la ausencia de modulación en nuestro folklore musical. Algo de la monotonía de la Pampa parece reflejarse en esas páginas populares.

El Gato correntino presenta acentos rítmicos que parecen pertenecer al compás de seis por ocho, más bien, que al de tres por cuatro, si se hace abstracción de la letra. Pero los acentos del verso determinan claramente, acentuaciones rítmicas propias del compás de tres por cuatro, y en el cual hemos dado transcripción.

Alberto Williams: El gato criollo

El gato que publicamos en el numero anterior es el más antiguo a la vez que el más difundido en la provincia de Buenos Aires. El que ahora publicamos con el nombre de Gato criollo, como generalmente se le llama para distinguirlo del Gato propiamente dicho, está también muy difundido en la provincia de Buenos Aires.

Alberto Williams: El gato

Los compositores argentinos, que desean inspirarse en el folklore de nuestra tierra, echan de menos esas colecciones tan hermosas y abundantes, que tienen los viejos países europeos. Los payadores de van también como los dioses. Los gauchos guitarreros, que entre un cimarrón y una caña con limonada, se ponían a cantar o a payar de contrapunto, en las pulperías donde “hoy no se fía pero mañana sí”, ya casi no se ven en las comparsas de carnaval. La indumentaria del jinete de las pampas, tiende a desaparecer; apenas si se vislumbran ponchos y chiripas, botas de potro y tiradores de plata, calzoncillos con flecos, lazos y boleadoras.

error: Content is protected !!